El mandatario ruso que está acusado de crímenes de guerra, fue recibido con protestas. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, llegó a Mongolia sin importarle que la Corte Penal Internacional (CPI), emitió una orden de arresto en su contra el año pasado.
Esta visita ha generado controversia y protestas por las acusaciones que enfrenta Putin como la deportación ilegal de niños ucranianos, un crimen de guerra según la CPI.
Putin fue recibido en una ceremonia encabezada por el presidente mongol Ukhnaagiin Khürelsükh, en la capital Ulaanbaatar.