Estas naves, llamadas Otter, están diseñadas para extender la vida útil de satélites en órbita geoestacionaria (GEO) y para la eliminación de satélites en órbita terrestre baja (LEO), un avance significativo para la industria espacial que ofrece soluciones sostenibles para satélites con una vida útil limitada.
Desde su fundación en 2019 por Austin Link y Trevor Bennett, Starfish Space ha evolucionado rápidamente, recaudando inicialmente $7 millones en 2021 y otros $14 millones en 2023. Su primera misión de prueba se lanzó el verano pasado con el Otter Pup, un prototipo a escala reducida. Aunque esta misión no fue completamente exitosa, la compañía ha obtenido contratos de alto perfil, incluyendo un acuerdo de $37.5 millones con la Fuerza Espacial de EE. UU. para una misión de acoplamiento y maniobra de satélites en GEO, y contratos con Intelsat y NASA para extender la vida útil y realizar inspecciones de satélites en LEO.
Starfish Space ha centrado su búsqueda de inversores en firmas con experiencia en el sector gubernamental, dada la importancia de la administración pública en su modelo de negocio. La empresa ve una demanda equilibrada entre clientes gubernamentales y comerciales y planea desarrollar tecnologías de autonomía y robótica para realizar misiones de mayor complejidad en el futuro.
