Países como Francia y Alemania, se unieron a la propuesta de Austria y Países Bajos. Con la regulación actual, los migrantes irregulares son enviados a terceros países, al tiempo que les garantiza recursos legales.
Las leyes migratorias actuales en la Unión Europea incluyen la deportación de migrantes ilegales, por la denominada “directiva de retorno”, expedida en 2008.
“Antes de la expulsión forzosa, la decisión de deportación debe conceder al extranjero en cuestión un plazo adecuado, que oscila entre 7 y 30 días para una salida voluntaria, salvo en caso de riesgo de fuga o peligro para el orden público”, dice la ley.
Esta ley autoriza un máximo de 18 meses de detención para migrantes ilegales dentro de la UE. Después de la expulsión, permite adoptar una prohibición de cinco años de entrar en el territorio de los 27.