“El cambio de perspectiva obedece a las condiciones macroeconómicas retadoras que enfrenta el país, asociado a un débil crecimiento económico, un incremento sostenido en el costo de endeudamiento del país que podría deteriorar el manejo fiscal y el perfil crediticio del país hacia adelante”, expresó Moody’s.
Aunque resaltó los esfuerzos que ha realizado el Gobierno Nacional para reducir el costo fiscal de los subsidios al precio de los combustibles y también el compromiso que ha tenido con cumplir la regla fiscal.
Moody’s, alertó que: “El mayor ruido político y algunas decisiones políticas han contribuido a un sentimiento negativo de los inversores”.
La decisión de mantener la calificación crediticia de Baa2 de Colombia está respaldada por evidencia continua de que las instituciones del país operan efectivamente como frenos y contrapesos que impiden una ruptura con el historial de Colombia de formulación de políticas prudentes. “El banco central continúa implementando la política monetaria de forma independiente, con un claro enfoque en reducir la inflación y anclar las expectativas inflacionarias”, dijo Moody’s