El gobierno de Estados Unidos está evaluando el cierre de casi una docena de consulados, principalmente en Europa Occidental, como parte de una estrategia de reducción de costos y reestructuración diplomática.
Entre las sedes diplomáticas que podrían ser clausuradas están Leipzig, Hamburgo y Düsseldorf en Alemania; Burdeos, Rennes, Lyon y Estrasburgo en Francia; y Florencia en Italia.
También figuran en la lista los consulados de Belo Horizonte en Brasil y Ponta Delgada en Portugal, aunque la lista aún no es definitiva.
El plan del Departamento de Estado incluye la posible fusión de oficinas dedicadas a derechos humanos, refugiados, justicia penal global y lucha contra la trata de personas. Además, se han reportado despidos en la Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo, así como en áreas encargadas del reasentamiento de afganos en Estados Unidos.
En Asia, se ha solicitado a diplomáticos que justifiquen la continuidad de las misiones estadounidenses en la región. Donald Trump ha insistido en reducir el tamaño del gobierno y eliminar gastos que considera innecesarios.
El cierre de estas oficinas se suma a la eliminación de miles de cargos en la entidad de cooperación internacional, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
El Departamento de Estado ha defendido la medida, asegurando que busca optimizar los recursos y fortalecer su capacidad de respuesta a los desafíos actuales.