En Georgia, el juez Scott McAfee rechazó la petición de sus abogados para desestimar el caso que tiene abierto en ese estado por injerencia electoral. Por su parte en Florida, la jueza Aileen Cannon rechazó desechar la acusación por el mal manejo de documentos clasificados.
Trump y otras 18 personas más que son consideradas como cómplices, están acusados en Georgia, de formar una asociación delictiva con el objetivo de intentar cambiar los resultados de las elecciones presidenciales de 2020.
Según la fiscalía, Trump y sus colaboradores presionaron a funcionarios del gobierno de Georgia para que alteraran los resultados de los escrutinios en los comicios que el entonces mandatario perdió por poco menos de 12.000 votos.
Los abogados alegaron que las declaraciones de Trump están protegidas por la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que protege el derecho a la libertad de expresión. El juez McAfee alegó que las pruebas que aportaron no fueron suficientes para probar esa tesis.
